La Ley de la Segunda Oportunidad permite reducir las deudas en una primera fase, o eliminarlas por completo en una segunda. Para que el procedimiento termine con la cancelación de las deudas, el deudor debe cumplir con unos cuantos requisitos.
El requisito más importante a tener en cuenta durante el procedimiento es que sea considerado deudor de buena fe. En seguida pasamos a explicar más detalladamente qué es exactamente ser deudor de buena fe.
Requisitos previos al procedimiento
Antes de empezar a explicar qué implica ser deudor de buena fe, cabe recordar que para iniciar el procedimiento se deben cumplir otros requisitos.
Estos requisitos son igual de importantes, y son los siguientes:
- Ser insolvente. Este es el principio básico, ser incapaz de pagar las deudas que tienes a tu cargo.
- Tener dos o más deudas con diferentes acreedores. Es decir, tener deudas con impagos con varias entidades o personas. En este punto, la hipoteca y las deudas públicas no cuentan para satisfacer el requisito.
- No tener una deuda total que supere los 5 millones de euros.
- No haber sido condenado por delitos contra Hacienda, Seguridad Social, derecho de los trabajadores, falsedad documental, etc. Tener otros delitos no representará ningún problema a la hora de acogerse a este procedimiento.
Estos son los 4 requisitos básicos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, además de ser deudor de buena fe.
Si cumples con todos estos requisitos, podrás cancelar tus deudas con la Ley de la Segunda Oportunidad. No importa que seas particular, autónomo o empresario, podemos eliminar cualquier tipo de deuda.
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Ser deudor de buena fe
El quinto requisito es ser deudor de buena fe. Para terminar el proceso legal con la cancelación de las deudas, tanto el juez como el mediador concursal tienen que considerarte deudor de buena fe. En caso contrario, no darían el procedimiento por bueno ni eliminarían tus deudas.
Ser deudor de buena fe implica no llevar a cabo ninguna acción que pueda ser considerada como incompatible con el procedimiento de Ley de Segunda Oportunidad. En otras palabras, durante este procedimiento no podrás hacer ciertas cosas como pedir más financiación o vender bienes. Si hicieras esto, el juez entendería que no estás actuando de buena fe, y se negaría a cancelar tus deudas.
Qué debe hacer un deudor para ser de buena fe
Vamos a pasar a desglosar las principales condiciones para ser considerado deudor de buena fe:
- Lo primero y más importante es ser sinceros y honestos como deudores con la información que hemos facilitado. Esta información tiene que ver con los gastos e ingresos que tenemos, así como del patrimonio y las deudas.
- Si, durante el procedimiento, el deudor recibe una gran cantidad de dinero de forma inesperada, deberá comunicarlo. Esto es así porque, al haber variado su situación económica, puede modificar el curso del procedimiento. La herencia suele ser el caso más habitual en este sentido.
- Durante todo este procedimiento estarás protegido por la Ley. Esto implica que no aumentarán tus deudas ya que los intereses quedarán paralizados. Por otro lado, el deudor no podrá pedir una nueva financiación o un nuevo préstamo durante este proceso.
- El deudor tampoco podrá comprar o vender bienes salvo que se tenga el consentimiento del mediador concursal y el juez. En caso de que se necesite por su actividad económica, se podrá conseguir la autorización judicial pertinente.
- El deudor no podrá haber rechazado una oferta de empleo adecuada en los últimos 4 años.
- El deudor no podrá haber acudido a la Ley de la Segunda Oportunidad en los últimos 10 años.
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